Guadalupe de la Fuente «La Nochebuena es para muchos abuelos una cena de sillas vacías»Guadalupe de la Fuente es la presidenta de la asociación Abuelos Separados de sus NietosVIRGINIA RÓDENASE. AGUDOGuadalupe de la FuenteHa tenido una felicitación especial.-Y cada vez que la leo se me saltan las lágrimas. Yo soy la abuela Lupe, pero en casa de los otros abuelos le dicen a mi nieta que mi nombre es Guadalupe. Y mi nieta, que tiene 6 años, me ha escrito «Feliz Navidad, abuela guadaLUPE, te quiero mucho». Y para mí es como un milagro que con una niña a la que veo escasamente cuatro días al mes, en vacaciones y algunos días en Navidad y Semana Santa, pueda tener esta relación afectiva.-¿Esta Nochebuena se sentará a su mesa?-Gracias a Dios, sí, pero en mi corazón y mi cabeza estarán todos esos abuelos que no podrán tener a sus niños. Esta noche habrá muchas sillas vacías.-Los tres primeros años, que fueron horrorosos, pero no solo faltó en Nochebuena, sino los otros 364 días del año. La espera fue dura hasta que todo salió a la luz, se ve que la niña adora a su familia paterna, aunque la vea poquito, que es feliz cuando está con sus abuelos y su padre, y que nos echa de menos.-¿Cuál es su historia de desencuentros?-La de dos adolescentes, cuando mi hijo la deja embarazada, que no llegan a convivir, los padres de ella son amigos y vecinos —seis metros separan nuestras casas, lo que hace todo más ridículo—, y llega el enfrentamiento cuando no cedemos ante unas obligaciones económicas que nos quieren imponer a los abuelos, cuando estas son solo del padre, y nosotros lo único que tenemos son obligaciones morales de ayudar a nuestro hijo, a nuestra nieta y a su madre. El problema se encona y desde que la niña tiene 14 meses hasta los 2 años no la volvemos a ver. Luego, denunció a mi hijo por maltrato y abusos, pero ni estuvo detenido, porque era pura invención y todo quedó en nada.-¿La justicia persiguió las falsas denuncias?-Se habrán sentido indefensos.-Cuando atacan a una mujer, políticos, asociaciones y ciudadanos condenamos con rotundidad, estamos moralmente de luto y vemos que algo falla porque no se la ha protegido. Tenemos una Ley de Violencia de Género que no debería existir porque ya hay un Código Penal que ampara a las víctimas, sean cuales fueren, y, sin embargo, el Gobierno es incapaz de proteger a la familia, a padres-madres, abuelos-abuelas e hijos y nietos, porque solo busca defender a un miembro: la madre. ¡Mire cuántos niños asesinados por sus progenitores! Las que luchamos por tener los mismos derechos que el hombre nos avergonzamos de cómo hoy se trata la igualdad, colocando a la mujer por encima e inclinando la justicia a su favor.-Otras veces es el progenitor el que impide a sus propios padres ver al hijo.-Por chantaje, extorsión, por castigo, por maldad... Ahí la mediación da muy buenos resultados, aunque cuando el problema está muy enconado solo queda la Justicia. Pero intentamos aliviar a los juzgados de esa saturación y hacer que impere el sentido común. A veces también hay que «regañar» a los abuelos.-¿Y qué es para un abuelo no poder ver a su nieto?-Estrés e impotencia. No entendemos que alguien pueda dictarlo. Lo único que importa es el interés del niño y su derecho a conocer a toda su familia, no solo a una parte; pero se le despoja de él impunemente.-¿Su última trinchera?-Hay una abuela que nos tiene a todos mal (...). A su hija la abandonó el marido en noviembre del año pasado, dejándola con una niña de 4 meses y otro de 4 años. La madre enfermó de depresión, los abuelos maternos se fueron a vivir con ella para ayudarla con los niños, pero unas semanas antes de la sentencia de divorcio se suicidó. Fue en abril. Entonces el padre se llevó a los niños y quiso que los abuelos no los vieran más. Tras un informe que los declara aptos, a pesar de que aún están de duelo, un juez ha dictado que solo los vean un fin de semana al mes, una semana en vacaciones y tres días en Semana Santa y Navidad. Y eso es una salvajada. ¿Qué relación de cariño se puede forjar así? Esta Nochebuena esta abuela estará sin su hija y sin sus nietos. Más sillas vacías.La fuerza del sentido comúnDe la Fuente (Madrid, 1959), madre de dos hijos de 26 y 23 años, dirige desde hace veinte su empresa de eventos Interglobo, donde ha volcado su sabiduría financiera; su corazón y su tiempo lo entrega a la Asociación Abuelos separados de sus nietos (abuelosseparadosdesusnietos.org o 698314435), «porque cuando tras años de juicios vi a mi nieta me dije “esto no se puede permitir, no se puede dejar indefensos a los niños”, y fundé junto con un grupo de abuelos una asociación para protegerlos». ¿Su deseo para 2011? «Como siempre, sentido común para que venza el interés del niño, salud para todos y un poco de prosperidad».
http://www.abc.es/20101224/contraportada/guadalupe-fuente-nochebuena-para-20101224.html
-¿Ha sido usted condenado por violencia de género?
—Nunca. Aunque llevo encima unas ocho denuncias y unos veinte procedimientos judiciales. Todo está resuelto con sentencias del tipo «resulta poco menos que imposible la declaración de la denunciante».
—Pues permítame que le diga que no entiendo por qué en la partida de nacimiento del Registro Civil de su hija aparecen la palabra «violencia» y «violencia sobre la mujer»…
—Dígamelo a mí. Ni mi hija, ni yo, hemos hecho absolutamente nada malo. ¿A cuento de qué nos meten a los dos en un Juzgado Penal?
—¿Está seguro que no es un error administrativo?
—No, no. Es así, puro sexismo. En España, en pleno siglo XXI, todo está orquestado para criminalizar al varón con el mero dedo acusador de una mujer. La juez María Sanahuja lo define como «una vulneración de derechos fundamentales que repugna», también de los derechos de los niños, les da igual.
—El caso es que usted, con la madre de su hija, sí tuvo problemas para ejercer como padre de la niña…
—Ni se imagina. Aunque lo verdaderamente injustificable es cada día que han privado a la niña del amor y cuidados de su padre.
—¿Qué razones se alegaron para que usted, padre de la niña, no pudiera verla?
—Aparte de varias falsedades de mal gusto, al principio sólo tuvo que inventarse insultos, y un supuesto «acoso», que consistía en que yo pedía ver a mi hija.
—¿Cuánto tiempo estuvo alejado, involuntariamente, de su hija?
—1.014 días consecutivos. Si no tienes detrás una familia, amigos, unos mínimos apoyos para afrontar el dolor, la impotencia… terminas volviéndote loco, o haciendo una locura.
—Insisto: si los tribunales nunca lo condenaron, ¿por qué se estigmatiza a su hija en un documento público?
—Es que todos estos atropellos son difíciles de creer. Cuando jueces valientes como Francisco Serrano, o Gemma Vives, lo denuncian públicamente, la ideología «de género» en el poder los silencian con su rodillo de censura e intimidaciones.
—En cualquier caso no deja de ser chocante que un problema entre dos afecte a un tercero que nada tiene que ver en el asunto…
—Los niños son los grandes perjudicados, y ni siquiera hace falta un enfrentamiento entre dos; basta con que la madre quiera separaros. Las políticas «de género» sólo aumentan la conflictividad y la injusticia. La lucha de sexos les resulta rentable, y la promueven.
—¿Qué relación tiene actualmente con su hija?
—Espléndida. El poco tiempo que estamos juntos, feliz. De todo este despropósito, la batalla crucial ha estado en no perder su corazón. Y por ahí vamos bien.
—¿Tuvo problemas alguna vez para que su hija lo identificara sentimentalmente como su padre?
—Buff… Problemas de todos los colores. Denuncias reiteradas, órdenes de alejamiento insustanciales, traslado a 2.000 kilómetros, meses en paradero desconocido…
—Quiero decir: ¿alguna vez se sintió rechazado por la niña o su hija se extrañó que de buenas a primeras su padre apareciera en su vida?
—Pues también. Desgraciadamente. Las psicólogas han recogido comentarios escalofriantes de la niña, cuando ni siquiera me conocía. Fueron necesarias varias sesiones jugando con ella, sin revelarle que yo era su padre. Ver a un hijo sometido a algo así es terrible.
—¿Cree que toda esta dolorosa situación puede haber afectado emocionalmente a su hija?
—(Asiente con la cabeza) Lo más importante es procurar que le afecte lo menos posible. No es nada fácil cuando tienes que luchar contra los elementos, contra concepciones machistas y hembristas, y tratar con la sinrazón.
—¿Tiene planeada vacaciones con su hija?
—¡Sí! De hecho, ahora está conmigo por primera vez en verano. Han sido dos años durísimos, volando a las islas en fines de semanas alternos, a veces para jugar dos horas con ella y volver, pero ha dado sus frutos. Ahora el niño soy yo, jugando y riéndonos cada día.
—Su petición de que se elimine de la partida de nacimiento de su hija la expresión «violencia sobre la mujer», ¿en qué situación está?
—La magistrada del Registro Civil la denegó. Presenté una carta de recurso y ni siquiera han contestado. Acudiré al Defensor del Menor y a otras instancias.
—¿Entiende que las leyes sexistas están hoy por encima de los derechos de los niños y los derechos Humanos?
—Eso lo saben hasta las radicales «del género». Lo más sincero que me han contestado es «pagáis justos por pecadores». Lo «paga» mi hijita de 5 años. Te sueltan algo así, y se quedan tan tranquilas.
La luz
Ha pasado años de oscuridad y derrota hasta que, armado de coraje y del peso de las razones que da el querer a tu hijo, comenzó una larga lucha por ser padre. Padre de verdad. Eso lo ha conseguido y ahora espera conseguir que la palabra violencia no aparezca en la partida de nacimiento de su hija. Es economista y se doctoró por la Complutense. Empresario vocacional y de tradición familiar nunca dio de lado la ayuda solidaria.
Enlace a la noticia: