En julio de 2016, tras el curso escolar en Italia, se trajo a los niños a España diciendo al padre que eran unas vacaciones, pero sin intención de regresar a Italia. Según su propia versión de la madre, a los pocos días puso en España una denuncia por Violencia de Género.
Sin ningún
lugar a dudas sabían que no podía ser tramitada, pues la residencia de la
familia es Italia. Pero eso, claro, se le obligaba a demostrarlo al Padre. Y el
Padre sabía que de venir a España sin demostrarlo se arriesgaba a pasar por el
Calabozo y a un juicio que podía terminar de cualquier manera. En cualquier
caso, tendría una orden de alejamiento preventivo, y no vería a los niños.
Pero el
padre inició el procedimiento para demostrar que la residencia de los niños es
Italia, y lo ha ganado.
Un
receso para evaluar: El padre se mete en un lío procesal internacional
simplemente para poder estar con sus hijos. La madre genera el proceso con
malas artes, engañando al padre para traer los niños a España, y denunciando lo
que sabe que no puede ser tramitado como medida coercitiva. Creo que dice mucho
de cada uno.
El
proceso del padre es según el Convenio de la Haya, Revisión Bruselas II bis. Y
simplemente sirve para, dejando de lado las Jurisdicciones de cada país en un
caso así, determinar donde reside la familia, y por lo tanto, donde está el
Juzgado que debe tratar la separación de los padres y la custodia de los niños.
Y según
este Convenio, la familia reside donde residen los niños antes de la retención
denunciada: Donde ambos padres le apuntaron al colegio, donde iba al médico,
etc…. Esto es lo que se ha juzgado, y por supuesto ha concluido que vivían en
Italia, y que deben volver allí.
La
madre no ha podido alegar más que el episodio de 2009, e instrumentalizar la
Justicia y los medios poniendo denuncias nuevas de maltrato… donde no existe
Jurisdicción para ello.
La
manipulación por su parte (y su equipo legal) y de los medios ha sido
abrumadora. El victimismo continúo y uso de los medios y los procesos no tiene
parangón. Hoy, en El País, al comentar las críticas de la Audiencia de Granada
a la forma en que han estirado los plazos, se comentaba el ejemplo de que se
presentaros recursos ¡89 días! después del plazo, cuando la Sentencia ya era
firme.
Confiamos
en que el TC no acepte la petición de esta Señora. Si algo ha demostrado es que
afronta la separación de una manera donde lo que menos le importan son sus
hijos, donde los procedimientos judiciales los ignora a su voluntad (y parece
que se le consiente, lo que es grave), y que solo entiende y acepta lo que le
da la razón y le gusta.
Le
guste o no, los niños tienen un Padre, y tienen derecho a estar con él, como él
de estar con ellos.
Le
guste o no, no puede elegir donde se discute su caso.
Le
guste o no, debe ser responsable de sus actos. Todos. Exactamente igual que
cualquier otro ciudadano. Si no se ha presentado al Juzgado cuando se le ha
ordenado, deberá pagar las consecuencias. Si incumple la devolución ordenada,
deberá cumplir la Sentencia que pueda imponerse por secuestro.
Y ni el
TC puede aceptar a trámite el recurso que parece va a presentar, ni el Gobierno
puede plantearse un indulto.
Al
revés, las Instituciones deben dar ejemplo. Hay un Convenio Internacional que
respetar. Hay que castigar a quien se salta la Ley y las Sentencias, como está
haciendo Juana Rivas, y dado lo mediático del caso, esto debería ser
ejemplarizante.
Pero lo
que hemos visto no es esperanzador. Viendo las posturas de Mariano Rajoy, de Susana
Diaz y otras personalidades. De hecho,
es vergonzoso saber que son fondos públicos los que están pagando el proceso de
esta persona que incumple las Sentencias, mientras vive con una pensión también
que pagamos todos.
Vergonzoso
es poco.
El
Derecho de los niños a relacionarse con los padres está en el Convenio de la
Haya y en la Legislación Española. ¿Quién lo está vulnerando? Juana Rivas. Intencionada
y claramente. ¿Quién ha mantenido una postura de búsqueda de acuerdo, y
propuesto contacto e incluso Custodia Compartida? Francesco, el Padre.
Por el bienestar de los
niños: Que se cumpla la Ley y la Sentencia. Que los niños vuelvan YA a Italia
con el Padre, y que ambos tramiten allí su separación de una vez.
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